La comunicación lingüística permite la transmisión y la expresión del conocimiento. Si falla la competencia en comunicación lingüística, falla todo lo demás. No sería atrevido, decir que es la más imprescindible de las ocho competencias básicas. Si ésta no funciona, no funcionan las demás.

      La implantación de un proyecto lingüístico de centro (PLC) para mejorar la competencia en comunicación lingüística del alumnado tanto en lengua castellana como en lengua extranjera se vislumbra como la forma más eficaz para alcanzar dicha mejora. Pero  para ello, se necesita de una organización en el centro educativo y de un compromiso por parte de todo el profesorado.

      Independientemente del tipo de tarea que el alumnado deba realizar, es fundamental  considerar la lectura, escritura, audiciones y exposiciones como  procesos, por lo  que es necesario pasar por una serie de fases antes de llegar al producto final. Es indispensable conocer cuáles son esas fases y las estrategias metodológicas más adecuadas para cada una de ellas.

      La reflexión sobre los contenidos seleccionados y secuenciados, las estrategias metodológicas empleadas… serán cruciales para conducirnos hacia un mayor grado de adquisición en la competencia lingüística.

     El docente debe crear las condiciones adecuadas para valorar todas y cada una de las fases y no sólo el producto acabado. Unas actividades se centrarán más en unas fases que en otras, pero todas son fundamentales.

     También es importante destacar que no se trata de un procedimiento lineal sino más bien circular y que, en realidad, las cuatro destrezas que conforman la competencia en comunicación lingüística (leer, escribir, escuchar, hablar) están relacionadas entre sí y en todos los procesos o fases de las diferentes destrezas.

     Desde aquí pretendemos contribuir a la reflexión incorporando nuestras experiencias, nuestras investigaciones, nuestra práctica en el aula, así como dudas e inquietudes que deseamos compartir con otros compañeros y compañeras.